Los bombarderos, con base aérea Andersen de la isla de Guam, realizarán ejercicios de bombardeos simulados con cazas furtivos estadounidenses F-22 y F-35 y cazas F-15 surcoreanos, como parte de las maniobras anuales “Vigilant ACE”, informó a EFE un portavoz de la Séptima Fuerza Aérea de EEUU.
La fuente no ha precisado la hora exacta a la que se realizará el ejercicio por motivos de seguridad militar. Es cada vez más habitual que EEUU despliegue aviones B-1B para subrayar una posición de superioridad militar ante Corea del Norte.
La última vez que lo hizo fue en noviembre, poco antes de la visita del presidente estadounidense, Donald Trump, a Corea del Sur, en el marco de su reciente gira asiática.
Aunque “Vigilant ACE” tiene una frecuencia anual y estaba ya planeado antes de que Corea del Norte realizara el pasado miércoles su último ensayo de misiles balísticos, semejante operativo se ha empleado como contundente respuesta ante el lanzamiento.
De este modo, los “Vigilant ACE” -que duran hasta el 8 de diciembre- de este año son los mayores ejercicios aéreas conjuntas que se recuerdan en la península coreana, con 230 aeronaves y unos 12.000 efectivos involucrados, y que ante todo cuentan con un despliegue inédito en cuanto al tipo de activos movilizados.
El ejército norcoreano disparó el pasado miércoles a modo de prueba el Hwasong-15, el que hasta la fecha es su ICBM más avanzado y que sitúa a Pyongyang cada vez más cerca de poder alcanzar EEUU con arma nucleares.
Se sabe que durante las maniobras conjuntas los aliados simularán ataques sobre falsas instalaciones nucleares norcoreanas y plataformas autopropulsadas como las que emplea el régimen de Kim Jong-un para desplegar sus misiles.
Las continuas pruebas de armas de Corea del Norte, unidas al tono belicista usado por Donald Trump y a los despliegues militares cada vez más enérgicos de Washington en la península, han incrementado la tensión regional hasta niveles inéditos desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953).