Robert Paul Alexander Edwards (33 años) dijo haber querido ayudar a su hijastro en la tarea escolar. Pero cuando el maestro del pequeño de cuarto grado observó en detalle lo que tenía frente a sus ojos, quedó aterrado. La escena que había sido trazada con un bolígrafo azul era dramática y perturbadora: allí podía verse una masacre cometida en un colegio, algo tan usual como alarmante en los Estados Unidos.
Lo dibujado por Edwards permitía ver a cinco alumnos formados para ser fusilados por un sexto que les apuntaba y de cuya arma podía leerse pew, pew, pew, los sonidos de las detonaciones. A su alrededor, otros dos estudiantes estaban tendidos sobre sendos mantos de sangre. Otro corría envuelto en llamas, mientras el edificio también era incendiado.
Los trazos llegaron a manos del profesor de la Elementary School de Port St. Joe de Florida. Edwards, quien vive en Mexico Beach, fue detenido al día siguiente, luego de que el tema escalara a las autoridades de la institución y lo consideraran una posible amenaza. En Florida —como en el resto de la nación— los tiroteos y las masacres son un tema extremadamente sensible para la población. "Nuestro país se ha visto afectado por horribles tragedias escolares. Tomamos estos asuntos muy seriamente", indicó el sheriff Mike Harrison, de acuerdo con The New York Times.