La Cámara de Representantes rechazó el miércoles por abrumadora mayoría una propuesta de un legislador liberal de presentar cargos para destituir al presidente Donald Trump, y varios demócratas se sumaron a los republicanos para votar en contra.
El representante demócrata Al Green presentó la iniciativa, acusando al presidente de estar asociado con causas racistas y supremacistas. Para demostrarlo mencionó el momento en que Trump culpó a ambos bandos por la violencia durante una concentración de nacionalistas blancos en Charlottesville, Virginia, y su reciente retuit de contenidos antiislámicos colocados en internet por un grupo radical británico.
Una vez que la resolución fue leída en voz alta, la cámara baja decidió por 364 votos a favor y 58 en contra desestimar la resolución. La gran mayoría de los demócratas se sumó a los republicanos al votar en contra.
La líder de la minoría demócrata en la cámara Nancy Pelosi y el director de disciplina partidista Steny Hoyer emitieron poco después un comunicado reconociendo que “han surgido dudas legítimas sobre la aptitud del presidente para dirigir a esta nación" pero “no es ahora el momento de considerar artículos de destitución”.
Otros legisladores demócratas coincidieron en que es prematuro realizar esa votación mientras continúa la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la intromisión rusa en las elecciones de Estados Unidos el año pasado.
El representante demócrata Dan Kildee dijo que su partido no puede desviar la atención hacia un proceso “que no ha sido ponderado bien y que quizás no nos lleve a la conclusión que deseamos”.
"Tenemos que dejar que el señor Mueller complete su investigación a cabalidad, en lugar de participar en lo que esencialmente sería una medida de relaciones públicas", dijo Kildee. "Hay que tratar el tema con seriedad, no podemos actuar por capricho”.
En su discurso, Green reconoció que su propuesta tenía escasas probabilidad de prosperar, pero sentía el deber de tomar la iniciativa “y no estoy pidiéndole a nadie que me acompañe”.
Pelosi ha declarado que cualquier proceso de impugnación debe esperar a que haya suficientes evidencias de actividad ilegal por parte de la presidencia. Para algunos demócratas la propuesta de Green los deja en un dilema, pues si se oponen, corren el riesgo de enfurecer a la base que es férreamente anti-Trump. Algunos legisladores demócratas incluso trataron de convencer a Green a que se abstuviera de presentar la propuesta.