Seis de cada 10 niños en Puerto Rico viven bajo pobreza, y ocho de cada 10 residen en zonas de altos niveles de indigencia.
Además, seis de cada 10 menores integran familias monoparentales, y los padres de cinco de cada 10 carecen de un empleo seguro.
Estos datos figuran en el Kids Count Data Book 2018, informe que publica anualmente la Fundación Annie E. Casey, y que en su última edición revela que los niños y niñas de Puerto Rico representan el grupo poblacional más pobre de todo Estados Unidos.
Aunque el estado precario de la niñez se ha mantenido prácticamente inalterado durante la última década, esta realidad coincide en un momento histórico en el que factores como la migración y la baja en natalidad ponen en una posición aún más vulnerable el futuro de la niñez en la isla.
“La pobreza infantil en Puerto Rico prácticamente no se ha movido, y eso es algo bien preocupante, especialmente cuando vemos un descenso en la población infantil”, sostuvo Amanda Rivera Flores, directora ejecutiva del Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ).
El Instituto es una organización sin fines de lucro que se dedica a promover políticas públicas, a nivel federal y estatal, para mejorar la vida y el desarrollo de la niñez y la juventud en Puerto Rico. Esta institución es, además, la encargada de manejar y divulgar los datos del informe a nivel local.
El Kids Count Data Book 2018 recoge información sobre la niñez en todas las jurisdicciones de Estados Unidos para medir distintos aspectos sobre su bienestar económico, educación, salud, familia y la comunidad. Su fin es ayudar a promover política pública a favor de este sector poblacional. La edición más reciente recopila datos del 2016.
Con 56% de la población infantil viviendo en la miseria, lo que representa 390,000 menores, Puerto Rico lidera este renglón de acuerdo con el informe, que coloca en segundo lugar a los estados de Nuevo México y Misisipi.
El reporte también indica que 647,000 (84%) de los niños y niñas en la isla habitan en zonas de alta pobreza, donde, según Rivera Flores, algunos pueden estar expuestos a ambientes con altos niveles de criminalidad y alto desempleo.
Caridad Arroyo Quijano, gerente del proyecto Kids Count bajo el IDJ, explicó que, según los parámetros del estudio, para el 2016, una familia con dos adultos y dos niños se consideraba que vivía bajo el nivel de pobreza si tenía un ingreso anual que no sobrepasara los $24,339.
Mientras tanto, una zona de alta pobreza se catalogaba entonces como aquella donde, al menos, el 30% de la población vive en la indigencia, añadió.
De otra parte, de acuerdo con el informe del Kids Count, 405,000 niños y niñas provienen de familias monoparentales, lo que Rivera Flores señalócomo preocupante, al resaltar que generalmente son núcleos familiares encabezados por mujeres, con menos ingresos y falta de apoyo familiar, lo que aseguró dificulta la crianza de niños.
Asimismo, el 53% de los menores de edad en Puerto Rico, lo que representa 368,000 niños y niñas, son hijos de padres que no tienen un empleo seguro.
Estos datos, advirtieron las expertas en política pública, guardan relación con la baja poblacional que ha experimentado la isla.
“La población de niños es la que más se ha estado perdiendo. A la gente le entra más la desesperación (por mudarse del país) cuando tienen hijos”, puntualizó Rivera Flores.
La socióloga precisó que, durante los últimos siete años, los menores de cero a 17 años se han reducido en un 29%.
De acuerdo con Arroyo Quijano, entre el 2012 y el 2015, el grupo poblacional que más se mudó de la isla fue el de cero a 14 años. Además, la líder gerencial de estadísticas advirtió que estimados del Centro de Estudios Puertorriqueños de Hunter College indican que, en dos años, unos 55,700 menores de cero a 18 años podrían salir del país.
“Del 2006 al 2016, la población de niños de cero a 18 años se redujo 32%, y (esa disminución) podría subir a 39% después del huracán (María)”, resaltó.
Por:Marga Parés Arroyo/El Nuevo Día
Por:Marga Parés Arroyo/El Nuevo Día