El Departamento de Justicia y la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) mantienen una campaña para detectar fraudes y a inmigrantes que hayan mentido durante la solicitud de Residencia Legal Permante o ciudadanía.
Su esfuerzos, afirma la autoridad, se enfocan en detectar a personas que hayan cometido algún delito y decidan ocultarlo, tal como ocurrió con Emmanuel Olugbenga Omopariola, de 61 años, de edad.
El hombre, originario de Nigeria, se naturalizó como ciudadano estadounidense el 1 de julio de 2004, pero durante su proceso no informó que había tenido contacto sexual ilegalmente con un niño de 7 años de edad en 2002.
“Este crimen, por el cual no había sido arrestado o condenado… lo hacía incapaz de demostrar el buen carácter moral necesario para la naturalización”, apuntó la USCIS en un comunicado. “Debido a ello, (el inmigrante) no era elegible para la naturalización cuando tomó el juramento de lealtad… Por lo tanto, obtuvo de forma ilegal su naturalización”.
Omopariola ingresó legalmente a los Estados Unidos el 25 de marzo de 1983 por el Aeropuerto Internacional de Dallas con una visa de estudiante no inmigrante, luego obtuvo su “green card” y 21 años después la ciudadanía.
En 2015, el inmigrante se declaró culpable en el tribunal estatal de Texas por indecencia de contacto sexual con niños, un delito grave de segundo grado.
Le ordenaron cinco años de supervisión comunitaria y lo incluyeron en el registro de delincuentes sexuales, pero ahí no terminaron sus problemas.
Ocultar la información de su crimen a USCIS es una falta que la autoridad persigue seriamente y el residente de Grand Prairie, Texas, no lo tomó en cuenta.
Él había estado bajo custodia de Servicios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el área de Dallas desde su arresto el 18 de abril de 2018, luego fue deportado a su país de origen el 23 de mayo, desde el Aeropuerto Internacional JFK en la ciudad de Nueva York.
El 11 de abril de 2018, el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Distrito Norte de Texas, tras 35 años de vivir en los EEUU.
“Esta deportación termina este capítulo para Omopariola, quien saboteó su propio futuro y oportunidades a través de sus crímenes atroces contra un niño, y sus mentiras en su solicitud de naturalización y en entrevistas”, dijo Simona L. Flores, directora de la oficina de campo de ERO Dallas. “Al efectuar tales remociones, ICE ayuda a mejorar la seguridad pública y hace cumplir la ley de inmigración”.
Fuente: La Opinion.com