Los precios al consumidor en Estados Unidos subieron más a lo esperado en enero y una medición de la inflación subyacente anotó su mayor avance en un año, lo que fortalece las expectativas de que la Reserva Federal eleve las tasas de interés a un ritmo más veloz.
El Departamento del Trabajo dijo el miércoles que su Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0,5 por ciento el mes pasado debido a que las familias pagaron más por gasolina, alquileres de viviendas y atención de salud. El incremento interanual se mantuvo estable en 2,1 por ciento.
Excluyendo los volátiles componentes de alimentos y energía, el IPC se aceleró un 0,3 por ciento mensual y se mantuvo sin cambios con una lectura de 1,8 por ciento interanual.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que el IPC subiría un 0,3 por ciento en enero y el IPC subyacente avanzaría un 0,3 por ciento.
El sólido reporte de inflación presionó aún más a los mercados financieros de Estados Unidos, inquietos tras un incremento en el crecimiento anual de los salarios en enero.
Los principales índices de acciones de Estados Unidos operaban a la baja, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subieron a máximos de sesión tras la publicación del dato y el índice dólar se apreció frente a una cesta de monedas.
A los inversores les preocupa que la inflación, que creen que está siendo impulsada por la mejoría del mercado laboral y un mayor gasto gubernamental, pueda forzar a la Fed a ser más agresiva en las alzas de tasas este año que lo estimado actualmente, lo que desaceleraría el crecimiento económico.
El banco central estadounidense ha pronosticado tres alzas de los tipos este año y la primera tendría lugar en marzo. La Fed sigue un índice diferente, el índice de precios de gastos de consumo personal, excluyendo alimentos y energía, que se ha ubicado consistentemente debajo de la meta del banco central de 2 por ciento desde mediados de 2012.
"El trabajo de la Fed ahora es impedir que la economía se sobrecaliente", comentó Gus Faucher, economista jefe de PNC Financial en Pittsburgh. "La tarea de la Fed se complica por recientes recortes de impuestos y un acuerdo de gastos", agregó.
En otro reporte, el Departamento de Comercio dijo que las ventas minoristas bajaron un 0,3 por ciento el mes pasado, el descenso más pronunciado desde febrero del 2017. El dato de diciembre fue revisado para mostrar que las ventas se mantuvieron estables en lugar del alza de 0,4 por ciento reportada anteriormente.
Economistas encuestados por Reuters habían previsto que las ventas minoristas subirían 0,2 por ciento en enero. En la lectura año a año, las ventas del mes pasado bajaron 3,6 por ciento.
Fuente: Reuters