Líderes demócratas del Congreso y la Asociación Nacional de Educadores (NEA), uno de los principales sindicatos de docentes en EEUU, rechazaron enérgicamente este miércoles la idea propuesta por el presidente Donald Trump de armar a los maestros, dentro de su recetario para combatir la violencia derivada de las armas.
Trump inició el miércoles tres días de un diálogo nacional con estudiantes, padres, maestros y autoridades locales y estatales en busca de ideas para fomentar la seguridad escolar y atajar la racha de tiroteos masivos en Estados Unidos.
Al reunirse durante poco más de una hora con sobrevivientes de la masacre en la escuela secundaria “Marjory Stoneman Douglas”, en Parkland (Florida), y sus padres, Trump dijo que su Administración quiere “escuchar sugerencias” para hacer frente a la “horrible situación” de tiroteos en las escuelas públicas.
Trump pareció respaldar una idea ya antes descartada por la Administración Obama de armar a maestros y personal en las escuelas.
“Si tuviesen un maestro versado con un arma de fuego, ellos (los maestros) podrían poner fin a un ataque muy rápido… obviamente sería solo para personas que fueran muy habilidosas con el manejo de un arma”, explicó Trump, al señalar que los colegios podrían armar a hasta un 20% de su personal docente para frenar a “maníacos” que intenten realizar un ataque.
Según Trump, los maestros llevarían las armas ocultas y recibirían capacitación especializada, aunque eso signifique las escuelas ya no serían, como hasta ahora, “zonas libres de armas”.
Para Trump, una “zona libre de armas” en los colegios envía un mensaje a “cobardes” de que pueden entrar a atacar “porque las balas no serán contestadas”.
Pero no todos los participantes apoyaron la idea de armar a los maestros y a agentes en colegios públicos, que además no es nueva: tras la masacre de 20 niños y 6 maestros en la escuela primaria “Sandy Hook” en Newhaven (Connecticut) en diciembre de 2012, la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) propuso armarlos para proteger a los niños.
“La única forma de frenar a un hombre malo con un arma es un hombre bueno con un arma”, dijo entonces el vicepresidente ejecutivo de la NRA, Wayne LaPierre, cuya idea se convirtió en una prioridad legislativa del grupo pro-armas.
Salvo siete gobiernos estatales que en 2013 aprobaron leyes para que maestros puedan portar armas, la idea de la NRA se topó con fuertes críticas a nivel nacional, y ésta nunca prosperó en los pasillos del Congreso. Varios líderes demócratas, entre ellos el senador demócrata por Connecticut, Richard Blumenthal, de inmediato rechazaron la idea. Blumenthal dijo a la cadena CNN que la idea es “absolutamente aborrecible”, y que Trump debe hacer más para restringir el acceso a las armas.
Fuente: La Opinión