¿"Brexit" duro o blando? El gabinete en Londres está profundamente dividido. Ahora tiene que aclarar finalmente los objetivos que Gran Bretaña quiere perseguir con respecto a la UE. Un punto clave: la unión aduanera.
La sala en Davos se llenó de risas cuando Angela Merkel describió a los periodistas sus conversaciones recurrentes con la primera ministra británica: "¿Qué nos ofrecen?", pregunta Theresa May. Y Merkel responde: "Pero si son ustedes los que quieren salir. Ustedes tienen que decir lo que quieren". Y así sucesivamente, una y otra vez.
En Londres, el jefe negociador de la UE, Michel Barnier, dijo este lunes que se necesitaba romper ese ciclo lo antes posible: "Ha llegado el momento de tomar una decisión", dijo Barnier después de una reunión con la primera ministra Theresa May y su representante para el "brexit", David Davis, un día antes de la nueva ronda de negociaciones en Bruselas. Barnier se refirió específicamente a las condiciones del comercio exterior entre la Unión Europea y el Reino Unido después del "brexit".
Londres tiene que aclarar por fin sus objetivos
El miércoles y el jueves de esta semana se reunirán los once ministros clave del gobierno británico. La presión está creciendo después de que Theresa May declarara en una entrevista con la BBC, el viernes pasado, que en las negociaciones no se hablaba sobre diferentes opciones.
Según ella, se trataba de conseguir todo lo posible: un comercio abierto y libre de impuestos de aduana, una solución para el problema de la frontera con Irlanda y acuerdos comerciales con todo el mundo. Además, el control sobre el dinero las reglas y la jurisdicción deben volver a manos británicas. Sin embargo, hasta en el mismo gabinete de May, muchos saben que eso es pura ilusión. Un crítico de sus propias filas señaló que la jefa de gobierno sigue prometiendo a los ciudadanos "remedios milagrosos".
Fuente: DW noticias en español.