El jefe de Polícia de Tampa, Brian Dugan, aseveró que a Delonda Walker le corresponde “cada penique” de los $110,000 dólares ofrecidos y los recibirá aunque llevará su tiempo, pues son muchas las partes que se comprometieron a entregar dinero.
La empleada de McDonald’s fue quien entregó a la Policía una pistola propiedad de Howell Emanuel Donaldson III, otro trabajador del mismo restaurante.
Ese arma llevó el pasado martes a la captura de Donaldson, a quien se considera el presunto autor de los cuatro asesinatos ocurridos entre el 9 de octubre y el 14 de noviembre en el barrio de Seminole Heights, todos ellos perpetrados por una misma mano, según la Policía.
“No estaríamos aquí hoy con el asesino en custodia si no fuera por el trabajo individual en el McDonald’s”, dijo por su parte el alcalde de Tampa, Bob Buckhorn, en la misma rueda de prensa en la que estuvo Dugan.
Buckhorn leyó una declaración de Walker en la que afirma que cuando entregó la pistola a un policía que estaba en el restaurante solo quiso hacer “lo correcto” y que por su mente no pasó la idea de “recibir una recompensa”.
“Ahora, mirando atrás, me alegra saber que serví a que se cumpliera la ley”, dijo la empleada, quien explica en el comunicado que no quiere hacer declaraciones “por respeto a la investigación y las víctimas y sus familias”.
Donaldson III, de 24 años, compareció este jueves por primera vez ante la justicia desde su detención, y la jueza Margaret Taylor decidió que siga preso sin fianza al menos hasta la audiencia convocada para el 5 de diciembre.
La fiscalía solicitó a la jueza que no conceda la libertad bajo fianza a Donaldson porque representa un peligro para la comunidad.
El joven fue detenido como sospechoso de cuatro asesinatos en primer grado y la presentación de cargos formales contra él debe hacerla la Fiscalía ante un gran jurado en fecha aún no fijada, según el diario Tampa Bay Times.